El Suicidio de mi otro yo: Un reto contra Dios

Si tú eres de los que día a día lucha por tener solucionados tus problemas económicos y sientes que la vida bloquea todos tus intentos, entonces este libro es para ti. Al leerlo, te darás cuenta que o tú, hay miles de hombres y mujeres que sienten que la vida es injusta con ellos, o que Dios los tiene abandonados, porque nada bueno les resulta de todos los esfuerzos de cada día. Y si te llega la desesperación porque no ves que avanzas, te sentirás identificado(a) con Héctor, que fue un exitoso empresario dueño de antros y bares en Tepic Nayarit, once para ser exactos, pero que fuerzas malignas le salen al paso y frustran todos sus esfuerzos por salir adelante en cada uno de ellos, dejándolo en la ruina y con una deuda millonaria, que lo obliga a emigrar en busca de respuestas a lo que le pasa. En su recorrido por algunas ciudades del noroeste del país, buscando sobrevivir para conseguir financiamiento y lograr su proyecto de editar su libro de historias Paranormales, “VIVO: Mi Batalla contra el Mal”, él siente que le pañan las mismas fuerzas malignas que lo llevaron a la bancarrota; energías negativas que lo hacen “invisible” a sus amigos, quienes no escuchaban su voz de auxilio ante sus apremiantes necesidades de supervivencia, y finalmente, tener que sufrir el terror de estar en medio de los sismos que afectaron a la Ciudad de México en el mes de septiembre de 2017. Ante todo esto, surge la pregunta que seguramente muchos se hacen: ¿por qué me pasa todo esto a mí? Del fondo de su corazón sale el grito desgarrador, igual que el del Redentor en la cruz: ¡Dios mío, Dios mío!, ¿Por qué me has abandonado? Seguramente, al igual que Héctor, al sentirte abrumado por problemas sin fin, invadirá tu mente una idea que se irá fijando poco a poco: ¿y si me suicido para que esto termine? Total: ¡a nadie le importo! paña a Héctor en su historia de todas las batallas que tuvo que librar para ir dejando atrás a lo que él llama Mi otro yo, el de la personalidad atrevida, insolente, bravucón, bebedor, egocéntrico, hasta encontrar en lo más recóndito de su ser a lo que él nombra Mi nueva versión, aquel ser humano en el que nos podemos convertir si estamos dispuestos a respetar las leyes de Dios, las leyes de la Naturaleza y las leyes de la Sociedad.